Redacción Digital/EP/
Investigadores oncológicos de la Universidad de Helsinki y del Hospital Universitario de Helsinki (Finlandia) han demostrado que el gen Lef1 suprime el desarrollo y el crecimiento del cáncer colorrectal al restringir la formación de nichos de células madre cancerosas.
El gen Lef1 se induce en los tumores conocidos como adenomas en el intestino. Lo que hace que este estudio sobre el cáncer, publicado en la revista 'Science Advances', sea digno de mención es que las células madre cancerosas son objetivos importantes en el tratamiento del cáncer.
Los nichos de células madre cancerosas pueden favorecer el crecimiento de las mismas como regiones distintas dentro del microambiente tumoral. Los investigadores descubrieron que cuando se bloqueaba la expresión del gen Lef1, los nichos de células madre tumorales aumentaban y el crecimiento del tumor se aceleraba notablemente
"El gen Lef1 se descubrió hace 30 años, y hace 20 se relacionó su función con el cáncer colorrectal. Se suponía que Lef1 funciona como su pariente, el gen Tcf4, aumentando el crecimiento celular en el intestino sano y en los pólipos y adenomas benignos", afirma Kari Alitalo, autor correspondiente del estudio.
Los nuevos resultados del equipo muestran ahora lo contrario. A diferencia de sus genes afines, el gen Lef1 no se expresa en las criptas de células madre intestinales sanas, sino que se activa en las células precursoras que se convierten en cáncer intestinal.
Los investigadores también descubrieron que el gen Lef1 no está activo en los llamados cánceres dentados del intestino grueso, en referencia al patrón dentado en la superficie del tumor formado por las criptas de células madre en proliferación.
Los resultados pueden ayudar a encontrar nuevas dianas terapéuticas contra este cáncer Los nuevos resultados de la investigación ayudan a comprender los mecanismos que conducen a los diferentes tipos de tumores intestinales. También pueden ayudar a identificar nuevas dianas de tratamiento.
La función del gen Lef1 en el organismo es regular la actividad de los genes jerárquicamente descendentes. Es entre estos genes donde la investigación futura podría encontrar nuevas dianas de tratamiento para bloquear los nichos de células madre cancerosas.
Las terapias dirigidas a las células madre cancerosas desempeñan un papel fundamental en el tratamiento del cáncer, ya que otras células más diferenciadas de los tumores tienen una vida relativamente corta incluso sin tratamiento.
En el intestino normal, la mayoría de las células diferenciadas, como las que producen moco u hormonas intestinales o transfieren los alimentos al organismo, se regeneran a partir de células madre según un complejo programa genético en menos de una semana. Mientras tanto, las células intestinales "viejas" se eliminan con las heces.
Este programa genético se interrumpe cuando los daños en el ADN activan un gen cancerígeno o inactivan un gen que restringe el crecimiento celular. Esto significa que las células mutantes quedan bloqueadas para seguir creciendo, haciéndolas vulnerables a mutaciones en otros genes necesarios para su desarrollo y crecimiento hasta convertirse en un cáncer maligno.
Este suele ser un proceso lento que dura años. Por lo tanto, es aconsejable eliminar los precursores del cáncer intestinal durante la endoscopia intestinal, especialmente en el caso de las personas mayores.
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