El hallazgo se ubica en la región de formación estelar Cygnus y abre nuevas posibilidades para comprender el origen de estos fenómenos astronómicos en la Vía Láctea
Un equipo de científicos del Instituto de Física de Alta Energía de la Academia de Ciencias de China ha descubierto el primer superacelerador de rayos cósmicos, una fuente de partículas energéticas de gran relevancia para la astrofísica.
El hallazgo, realizado con el observatorio chino LHAASO (siglas en inglés para Large High Altitude Air Shower Observatory), que estudia los rayos cósmicos de alta energía, se ubica en la región de formación estelar Cygnus y abre nuevas posibilidades para comprender el origen de estos fenómenos astronómicos en la Vía Láctea.
Utilizando el LHAASO, los investigadores detectaron una gigantesca burbuja de rayos gamma ultra-energéticos (más de 10 Petaelectronvoltios, PeV) en Cygnus, informó este lunes la cadena estatal CGTN.
Dentro de la burbuja, se observaron fotones con energías superiores a 1 PeV, el mayor de ellos con 2,5 PeV, lo que confirma la presencia de un superacelerador capaz de impulsar partículas hasta 20 PeV e inyectarlas al espacio interestelar.
La burbuja ha identificada a Cygnus OB2, un cúmulo estelar masivo con estrellas jóvenes, calientes y extremadamente brillantes, como la probable fuente de la aceleración, según un artículo publicado en la revista Science Bulletin.
La radiación y los vientos estelares de estas estrellas generan un entorno ideal para la aceleración de partículas a energías extraordinarias.
Este descubrimiento representa un hito en la astrofísica, ya que es la primera vez que se identifica un superacelerador de rayos cósmicos.
Los rayos cósmicos son partículas cargadas que provienen del espacio exterior, principalmente compuestas por protones.
El origen de los rayos cósmicos constituye uno de los problemas más significativos en la astrofísica contemporánea.
El hallazgo ha sido posible gracias a la alta sensibilidad del LHAASO, que permite observar con precisión el origen y la propagación de estas partículas.
El observatorio, que comenzó a operar de forma oficial en mayo de 2023 patrocinado por la Academia de Ciencias de China y el Gobierno de la provincia central de Sichuan, recibió luz verde para su construcción en 2015.
Con una superficie de 1,36 kilómetros cuadrados, se encuentra en una zona montañosa de Sichuan a 4.410 metros sobre el nivel del mar y sirve para analizar la física de los rayos cósmicos, así como para estudiar los orígenes de la aceleración y propagación de la radiación con alto niveles de precisión.
Durante sus primeras fases de funcionamiento, el LHAASO ya ha logrado algunos avances: en octubre de 2022, un grupo de astrónomos chinos lo usó para detectar los estallidos de rayos gamma más fuertes jamás registrados.
Los rayos cósmicos de alta energía fueron descubiertos a principios del siglo XX y, aunque todavía se desconoce cómo se forman, los científicos piensan que a través de su estudio podrían empezar a entender los mecanismos naturales para acelerar partículas a velocidades fuera del alcance humano.
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Fuente: EFE
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