Este residuo podría modificar la elaboración y posibilitar mayor autonomía para los autos eléctricos
Investigadores trabajan en el desarrollo de baterías con pelos de vacas. Se trata de un proyecto que mostró resultados positivos y se presentó en Estados Unidos para patentar el producto.
Trabajadores de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) recuperaron pelo de vaca de una curtiembre para hacer pilas de litio-azufre de próxima generación. YPF- Tecnologías (Y-TEC) participa del trabajo.
Ezequiel Leiva, integrante del Laboratorio de Energías sustentables (LAES e investigador de Conicet y de la UNC, explicó a redacción UNCiencia: “Se trata de baterías que podrían llegar a estar en el mercado recién dentro de 10 años. Son una tecnología muy distinta a la actual. El desarrollo y la prueba a escala industrial va a llevar tiempo. En todo caso, tampoco reemplazarán a las baterías actuales. Es probable que convivan”.
Las baterías se realizan con un ánodo de grafito y un cátodo de cobalto y níquel. “Estos últimos son elementos escasos, caros y contaminantes. Cuando se cargan, los iones de litio pasan al ánodo. Así se almacena la energía. Durante el uso de la batería (la descarga) los iones de litio se mueven en el sentido inverso”, informó el artículo.
El objetivo de este desarrollo es que las baterías sean más eficientes y prolongar la vida útil de las baterías. En esta nueva generación de baterías, el azufre aparece como una opción para el cátodo.
Pero para que este elemento se pueda utilizar, necesita un “esqueleto” que de biocarbono. Entra en juego el pelo de la vaca, ya que se obtendrá biocarbono.
Daniel Barraco, investigador de Conicet, integrante del Laes y secretario de Ciencia y Tecnología de la UNC, detalló que no se trata de un descubrimiento aleatorio, sino que ya vienen trabajando en biocarbonos con Y-TEC. “Comenzamos con fécula de mandioca y luego fuimos complejizando con estudios en cáscara de maní, de arroz y otros”, explicó.
Para la utilización del pelo, se debe cocinar. “El pelo de vaca lo obtuvimos de una conocida que trabaja en una curtiembre. El primer desafío fue lavar el pelo para sacarle la orina. En la bibliografía no había nada, así que decidí traerlo a casa y lavarlo en el lavarropas en una bolsita. Luego volví a lavarlo para sacar el remanente de jabón”, contó Bracamonte.
Luego, lo sometieron a 500 grados y, luego, a 900 grados. Después se agregó el azufre. “Con este cátodo y un ánodo de litio puro se armó una pequeña batería como la de una pila de reloj. Logró un gran rendimiento electroquímico, muy prometedor para estos desarrollos con azufre. Ocurre que durante la carga de una batería de litio-azufre se producen reacciones químicas que generan sustancias (polisulfuros) que van desgastando la capacidad”, explicó el artículo de UNCiencia.
Leiva sostuvo que se debe seguir estudiando, ya que puede haber sustancias o algo en la estructura del biocarbón de pelo de vaca que esté evitando que se formen las sustancias indeseadas. “La estructura inicial del pelo puede tener un impacto sobre la morfología final del biocarbón y ser la responsable de esta mejora”, agregó Bracamonte.
El pelo de vaca aparece como una gran alternativa, ya que la industria produce gran cantidad de residuos. De cada tonelada de cuero, se generan 85 kilos de pelo.
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Fuente: news.agrofy.com.ar
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